viernes, 31 de enero de 2014

18 Congreso Internacional del ISSMGE



Con una destacada participación de la delegación mexicana, por medio de la SMIG, la Sociedad Internacional de Mecánica de Suelos realizó el 18 Congreso Internacional de Mecánica de Suelos e Ingeniería Geotéc­nica, del 1 al 6 de septiembre, en París, Francia. El 1 de septiembre se llevó a cabo la elección para presidente de la ISSMGE, en la que Gabriel Auvinet obtu­vo 11 votos, quien mantuvo una unidad contundente en las regiones de América Latina y España. R. Frank, de Francia, fue quien ganó la elección, con 46 votos a fa­vor. Asimismo, entre las actividades de la Asamblea General se eligió la ciudad de Seúl como sede del 19 Congreso Interna­cional del ISSMGE. Asimismo, se llevaron a cabo una serie de conferencias magis­trales de representantes de casi todas las delegaciones participantes; posterior a estas conferencias, se realizaron una serie de sesiones técnicas con diversos temas.

Como preámbulo al congreso, el 31 de agosto y el 1 de septiembre tuvo lugar la 5ª Conferencia Internacional de Jóvenes Geotecnistas en la Escuela Nacional de Puentes y Caminos, en la que partici­paron 164 estudiantes de 57 países. En representación de la SMIG, participaron Marco Antonio Pérez Ángeles con su trabajo Stress and Displacement Fields in a Tunnel Lining and Surrounding Soil, y Miguel Ángel Mánica Malcom, con Nu­merical Study of the Dynamic Behavior of a Site Reinforced with Rigid Inclusions

miércoles, 29 de enero de 2014

El camino aglutina las especialidades de la ingeniería civil

CONVERSANDO CON... Enrique Padilla Corona; Ingeniero civil con especialización y maestría en Vías Terrestres.
Ha sido profesor en la UNAM, en la Universidad Autónoma de Guadalajara y en la Universidad del Cauca en Colombia. Trabajó en diversas dependencias gubernamentales.
Recibió un reconocimiento del Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Jalisco en 2004 por su trayectoria profesional, entre otras distinciones. Actualmente es director técnico de la empresa COSIC, S.A. de C.V.

A esta altura de mi vida lo que quiero es trabajar y ofrecer mis conocimientos para que se transmitan a las nuevas generaciones.


Daniel N. Moser (DNM): Antes de comenzar a grabar me dijo: “A esta altura de mi vida lo que quiero es trabajar y ofrecer mis conoci­mientos para que se transmitan a las nuevas generaciones.” ¿Cuál es su primera reflexión respecto de lo que ha vivido?, ¿sería ingeniero civil de volver a comenzar?
Enrique Padilla Corona (EPC): Segura­mente, y quizá sólo corrigiera algunos matices. Comencé a trabajar en una empresa privada en Guadalajara, y estando en la Ciudad de México para entregar unas estimaciones y discutir pre­cios unitarios, vi un anuncio en un periódico en el cual convocaban, para el día siguiente, al examen para cursar la especialización en Vías Terrestres en la UNAM. Sin pensarlo, cambié mi pasaje al día siguiente y fui a presentar el examen, porque a mí las vías terrestres siempre me interesaron, desde mis primeros años como topógrafo; siempre estuve en caminos y me en­cantaba. El camino aglutina todas las especiali­dades que tengas de ingeniería civil: hidráulica, estructuras, geotecnia, planeación...
Presenté el examen después de cuatro años de haber salido de la escuela y no había vuelto a tocar un libro. En el examen no sé qué tan bien me fue, pero me aceptaron. Me llegó la comu­nicación y le dije a María Luisa, mi esposa –en ese momento éramos novios y pensábamos casarnos a finales de 1967–: “¿Me esperas un año o nos casamos ahora si me dan la beca?” El 22 de diciembre supe que había sido aceptado y que tenía una beca. Nos casamos el 4 de febrero de 1967 y el 13 comenzaba el curso, entonces ya nos quedamos en México y de ahí hasta la fecha, enamorado de mi esposa y de las vías terrestres, en ese orden de prioridad. Leer más; Revista GEO 230, pág. 3.

viernes, 17 de enero de 2014

Interacción estructural entre el revestimiento primario y el secundario de túneles dovelados



En este trabajo se estudia la interacción entre el revestimiento primario y el secundario de un anillo de túnel dovelado, con el objetivo de evaluar la transmisión de carga de uno al otro, así como de los posibles deslizamientos o las separaciones entre ellos. Los resultados obtenidos muestran que la condición crítica en la interfaz entre revestimientos es su separación y no el posible deslizamiento que se pudiera presentar.


INTRODUCCIÓN
Uno de los métodos más usados en años recientes en la cons­trucción de túneles es el del escudo o máquina tuneladora. Dicha técnica permite excavar el túnel mientras se coloca un revestimiento primario formado por dovelas prefabri­cadas, el cual sirve principalmente como ademe temporal o definitivo de la excavación. Los túneles construidos en el suelo blando de la Ciudad de México mediante esta técni­ca se complementan generalmente con un revestimiento adicional de concreto colado in situ, con cimbra telescópica y de espesor igual o un poco mayor que el primario.
Por otro lado, y como ya se señaló, debido al proceso constructivo, el re­vestimiento secundario se coloca meses después de haberse colocado el prima­rio, de dovelas prefabricadas. Esto con­lleva a la incertidumbre de saber si el colado del revesti­miento secundario permite tener una estructura monolítica entre ambos revestimientos. De este modo, el presente estudio tiene como objetivo principal determinar si ambos revestimientos trabajan en conjunto como una sola sección o si existe la posibilidad de un deslizamiento o separación entre ellos. La interacción entre éstos se estudiará mediante modelos numéricos de elemento finito no lineal.

DESCRIPCIÓN GENERAL DE UN TÚNEL  DOVELADO TÍPICO
En este trabajo se tomará como caso de estudio un túnel do­velado típico de drenaje construido en la Ciudad de México. Estos túneles cuentan con dos tipos de recubrimiento: el pri­mario, de dovelas prefabricadas de concreto, y el secundario, de concreto colado in situ. La geometría del túnel es prefijada por el diámetro interior propuesto por el diseño hidráulico. Para el ejemplo utilizado en este trabajo, se considera que el revestimiento primario consta de seis dovelas más la dovela llave, cuyas dimensiones son: 840 cm de diámetro exterior, 770 cm de diámetro interior, 35 cm del espesor de la dovela y 150 cm del ancho del anillo. La geometría del revestimiento secundario es: 700 cm de diámetro interior, 770 cm de diá­metro exterior, 35 cm de espesor. Tanto las dovelas prefabri­cadas de concreto armado como el revestimiento secundario emplean concreto clase 1, de acuerdo con las Normas Téc­nicas Complementarias del Reglamento de Construcciones del Distrito Federal (NTC-C, 2004) con una resistencia a compresión f’c de 350 kg/cm2. El módulo de elasticidad Ec se obtiene de la resistencia a la compresión de acuerdo con las normas citadas.
 

viernes, 3 de enero de 2014

Miguel Rebolledo. Los pilotes Compressol y el concreto Hennebique







El ingeniero Rebolledo se empeñó en mejorar el diseño y la construcción de las estructuras y sus cimentaciones. Aplicó en las obras porfirianas de México las técnicas del concreto ar­mado y las cimentaciones profundas con pilotes Compressol.




La Revolución Industrial originada en Inglaterra des­encadenó la necesidad de modernizar las técnicas para la construcción de naves industriales, de grandes puentes, de túneles para las vías férreas e incluso de edificios habitacionales. En ese empeño, Francia tomó el liderazgo en los procedimientos y materiales de construcción; sus técni­cos e ingenieros inventaron nuevas técnicas de edificación. Las estructuras de acero y el concreto reforzado de inmedia­to alcanzaron enorme importancia. El empleo del concreto armado se extendió rápidamente por todo el mundo y des­pertó la necesidad de sustentar las audaces edificaciones que se concibieron mediante cimentaciones profundas.

INFLUENCIA EN MÉXICO
Miguel Rebolledo nació en 1868 en Perote, Veracruz. De joven ingresó al Colegio Militar. El ingeniero Miguel Rebolledo fue becado a Francia en 1900 para estudiar Ingeniería Naval. Su interés en la cons­trucción de puertos lo llevó a conocer las novedosas técnicas del concreto armado y de las cimentaciones profundas. Así, a su regreso a México en 1902 llegó como representante del concreto reforzado Hennebique y de los pilotes Compressol, ambos de la Société Anonyme de Fundations par Compres­sion Mecanique du Sol, cuyas técnicas empezó a aplicar en obras porfirianas. Fundó una empresa constructora que realizó los primeros edificios con concreto armado con la técnica Hennebique; sus socios fueron el almirante Ángel Ortiz Monasterio y el coronel ingeniero Fernando González. Muchos años después, en 1950, fundó la empresa Construc­ciones Ingeniero Rebolledo, con la que siguió su actividad profesional. Pasada la Revolución, se puede decir que esas dos técnicas actualizaron a la ingeniería civil mexicana de entonces.
Su muerte ocurrió en la Ciudad de México en 1962. Es justo decir que a pesar de la importante influencia técnica de sus trabajos su nombre ha sido casi olvidado.
El ingeniero Rebolledo se empeñó en mejorar el diseño y la construcción de las estructuras y sus cimentaciones. Para reforzado, citando a François Hennebique: “El concreto armado tiene un lenguaje que sólo sus adeptos lo entienden; tiene oídos, tiene voz, una voz misteriosa que nos dice de sus triunfos”. Y para las cimentaciones expuso los siguientes comentarios, que siguen siendo válidos:


“Por donde quiera se ven edificios hundidos, desequilibra­dos, mostrando en las numerosas grietas de sus paredes los esfuerzos anormales a que están sometidos y que prematuramente los han fatigado, envejecido, dándoles el aspecto triste de todo lo que sufre; lamentablemente en México se construye barato y se construye mal, ya que los propietarios, por invertir en una fachada espectacular, escatiman en la cimentación, lo cual provoca que con el tiempo los edificios se hundan, se agrieten y por consi­guiente se arruinen.”


OBRAS DE MIGUEL REBOLLEDO

  • ·         Sus obras fueron muy numerosas; entre las más importantes se encuentran.
  • ·         El edificio de los bancos Agrícola e Hipotecario en 1904, de Nicolás Mariscal.
  • ·         La iglesia Corazón de Jesús en 1906, en la esquina de las calles de Londres y Roma.
  • ·         El anfiteatro Simón Bolívar de la Escuela Nacional Prepa­ratoria en 1907, de Samuel Chávez.
  • ·         La iglesia La Sagrada Familia en 1908 en las calles de Puebla y Orizaba, de Manuel Gorozpe.
  • ·         El edificio El Puerto de Liverpool en 1908 de Enrique de la Mora.
  • ·         La recimentación del Cuartel de Artillería de San Lázaro en 1909.